Protege del sol la piel del bebé
La piel de los niños es mucho más delicada y sensible que la de los adultos. La piel de los pequeños está expuesta al riesgo de una “sobredosis” de sol, por lo que hay que utilizar productos solares adecuados y controlar el tiempo de exposición.
La piel del bebé está menos protegida por la película hidrolipídica(película de agua y grasa que protege la piel de los agentes externos), y el proceso de producción de melanina se activa a menor velocidad.
La capacidad inmunitaria de los pequeños aún está en fase de desarrollo; las células de defensa que se encuentran en las capas más profundas de la piel sólo conseguirán funcionar bien en torno al segundo año de edad.
¿Cuándo y cómo exponer al niño al sol?
- Hasta los dos años de edad, lleva al niño a la playa en las primeras horas de la mañana y en las últimas horas de la tarde. Evita las horas en las que el sol está en su punto máximo, de las 12 a las 16 horas.
- Durante los primeros días, el niño siempre debe llevar una camiseta y un gorrito de algodón.
- Cuando estés en la playa, haz que se siente sobre una toalla y no sobre la arena, ya que esta refleja los rayos solares.
- Mientras juega, procura que el niño esté debajo de una sombrilla, pues los rayos solares llegan igual pero en menor cantidad.
- Protégelo siempre con un producto solar específico para niños, que tenga un factor de protección de 20 o más, y que garantice la defensa de los rayos, ya sean UVA o UVB.
- Renueva la aplicación cada dos horas, y siempre que el niño se bañe (incluso en el caso de que los productos sean “resistentes al agua”).
- Protege los labios del niño con un “stick” de pantalla total.
- Dale de beber agua o jugo cada dos horas. Esto es con el fin de reintegrar las sales minerales perdidas con el sudor.